Reflexiones, orientaciones y pensamientos de Nectario Andrade Labarca. La prudencia y discreción

La palabra una vez que sale de nuestros labios, no sabemos a dónde va. Se vuelve mariposa que vuela de un lado a otro sin que nos demos cuenta en que lugar se posará ni como va a ser vista ni tratada. En ocasiones vuelve a nosotros, hasta por azar, tan deformada, que no sabemos, a menos que nos lo digan que se trata de lo que alguna vez dijimos; o se pensó que habiamos dicho o querido decir. Por eso, se prudente.
Cuanto más importante te consideren o en mayor valimiento te tengan extrema tu prudencia y discreción. Es prefereible que interpreten tu silencio y no que malinterpreten tus palabras.
El riesgo de lo primero no guarda comparación con el inminente peligro de lo segundo. Conclusión: ni mudo ni enmudecido, simplemente discreto y prudente. 

NAL. Sin fecha


Comentarios

Entradas populares de este blog

Talento venezolano de exportación: Dr. Adolfo Brea Andrade

Carta de amor de Simón Bolivar a Manuela Sáenz

El Ratón Preocupado