Muerte de un DICTADOR
Muere el más grande embaucador de la historia universal, la misma que por cierto jamás lo absolvera. El daño que le hiciste a tantas personas presas y asesinadas, a tantas familias que se odiaron y separaron, a tantos cubanos que llenaron el mundo con los ojos llenos de lágrimas por el simple hecho de no poder regresar a su isla. Hoy te mueres sin pagar en vida todo lo que hiciste, te mueras dejando no solamente a Cuba en la ruina y la miseria sino que tu maldad se expandió por todo el continente como un cáncer mortífero, pestilente y maligno. Qué es sólo comparado a tu vil ego. Hoy te mueres y yo no me alegro porque a diferencia tuya yo sí creo en Dios, pero me queda la satisfacción que a partir de hoy el mundo será un mejor lugar para vivir porque tú ya no estás en él. Hasta nunca Fidel. El mundo hoy es un lugar más respirable.