Pensamientos, orientaciones y reflexiones de Nectario Andrade Labarca. - El hombre es lo primero -

 Dos frases  de una rotundidad inexorable nos animan afiirmar "el ser humano es lo primero"

Charles Peguy afirma "la revolución será moral o no será". la otra tan rotunda como la anterior, es del Padre de la Patria, Simón Bolivar; "Hombres virtuosos constituyen las Repúblicas".

Sin moral la virtud flaquea o falta por completo, ella es su soporte insustituible. La virtud, a su vez, traduce en acción la moral que le sirve de fundamento y estímulo. El político que margine de su concepción y por ende de su actuación los preceptos de la moral, no puede ser virtuoso, ni en lo indidividual ni en lo social.

Todos los que formamos parte de una sociedad civil organizada en Estado, tenemos una matización política derivada de nuestra condición ciudadana, mayor o menor según el tipo de Estado que personfique dicha sociedad.

En politica son muchos los que tienen el orgullo de blasonar de ser revolucionarios bien como políticos individuales o como miembro de una organización partidista. Sin embargo, parecen ser pocos los que conciben la política como un reto a la voacaión de servicio y a la capacidad de entrega de quienes a ella se consagran, y tienen conciencia que su actuación se enrumba hacia la búsqueda del bien común, estén en el poder o fuera de él. Sin ella deviene en un juego de ciircunstancias y conveniencias donde lo que prevalece es el disfrute del poder y el aprovechamiento del mismo para el rápido enriquecimiento personal.

Por esa vía la revolución es un mito, una falacia, un tremedal en el cual terminan hundiéndose los falsos políticos. Sin fecha

Nota de María Andrade Rodríguez: 

En Venezuela la crisis actual es por falta de moral y virtud en el ejercicio de la noble tarea del liderar en los distintos ámbitos de acción que los políticos, empresarios, docentes y en general el ciudadano común han decidido desarrollar como quehacer básico. Somos seres políticos y es necesario hacer política con la convicción de su compromiso con el bien colectivo. Creo que Nectario Andrade Labarca cumplió como Venezolano en su vida pública y privada estos principios; y fue un ejemplo honestidad, transparencia e integridad, aunado a la pobreza franciscana a lo interior de su vida personal  y como él muchos políticos de nuestra historia reciente.