EL LIDERAZGO Y LA GERENCIA PUBLICA: ENERGÍAS IMPULSORAS DEL CAMBIO
EL LIDERAZGO Y LA GERENCIA PUBLICA: ENERGÍAS IMPULSORAS DEL CAMBIO
MARÍA ANDRADE RODRÍGUEZ.
Publicado en el Diario Panorama 1997
Esta semana quiero comunicarme, para expresar mí visión sobre dos conceptos que necesitan complementarse, para que los planes de Estado sean exitosos y el desarrollo se restablezca como semilla de mostaza que cae en tierra buena.
Liderazgo y Gerencia, son las energías que impulsan la acción proactiva y de comprensión de las situaciones de certidumbre, ambiguedad o incertidumbre generado por la presencia o ausencia de políticas y por las actuaciones de las personas. Estas son claves para el éxito de cualquier proceso de cambio.
Son muchos los que han escrito sobre liderazgo y gerencia: Warren Bennis, Steven Covey, Peter Drucker por nombrar algunos de los más recientes. Otros lo han asumido de manera ejemplar, casos como: Moisés, Jesucristo, Buda, Teresa de Calcuta, cuyo código de valores y conductas traspasaron las fronteras físicas y aún hoy son talladores de creencias de fraternidad, amor y entrega para millones de personas. Carlos Magno, Napoleón, Bolívar, son expresiones de la trascendencia en distintos espacios geográficos, son guerreros con armas de libertad unos y de poder otros.
Las premisas de un liderazgo energizador para mí, son los que llamo los seis (6) sentidos básicos para el éxito: Sentido de Visión centrada en el presente y en el futuro, al ver alternativas para llegar a un fin, las oportunidades para conseguirlo revisando lo que resulta lógico, analógico, vale decir, lo posible e imposible es pensable y con posibilidades de ser realizado. Esto es lo que da el poder de ser alquimista para trascender más allá de las palabras, y que las obras sean la expresión clara del pensamiento. Sentido de Dirección, es decir, tener metas claras, las cuales están asociadas al poder de logro, lo que significa convicción y capacidad para obtener resultados. Sentido de Servicio el cual se ejemplifica en la frase servir para también ser servido, distinta a la ya conocida de servir y no ser servido, y digo esto porque ello implica atención a los otros y a través de ellos a nosotros mismos como ciudadanos que somos. Principio este para ganar aliados para la satisfacción de necesidades comunitarias, cuyo efecto tiene retorno favorable en las relaciones intrapersonales, interpersonales, y en una alta calidad de vida. Lograr esto requiere que nosotros seamos fieles al juramento hecho al asumir la función pública, y la consciencia en que al ser servidor público, somos custodios y administradores del patrimonio de una porción de la nación, y reconocer que nuestra ética, humildad y responsabilidad son junto a la formación y experticia, las mejores arras que colocamos a disposición para llevar a cabo, con éxito, la realización de políticas y estrategias de desarrollo económico y de bienestar social. Sentido de Influencia o Persuasión el cual es posible cuando somos creíbles para otros, porque tenemos la autoridad moral para ello, y facilita que a quienes deciden dejarse influir, se comprometan en la(s) meta(s) que proponemos quienes lideramos. Por tanto, la capacidad para buscar el compromiso de otros es vital, y he allí el poder de esta energía. Sentido para mí, poco explorado por muchos de nuestros gerentes y líderes venezolanos es la Intuición la califico como el don de percibir algo, sin que haya una razón asociada a la lógica, ella nos permite anticiparnos a prever situaciones de alto riesgo y su correspondiente manejo exitoso. Sentido de Integración que es la unificación de los valores y creencias, conocimientos e informaciones divergentes y convergentes de los distintos intereses y necesidades que se traducen en sinvergencia como le escuché a Fernando Sánchez Arias en días recientes, o sea la sinergia que se produce entre desencuentro y encuentro, y que genera la armonía en los miembros que se han comprometido en un logro.
La gerencia la asocio a la habilidad de administrar recursos financieros y materiales de diversa índole, y el liderazgo está vinculado a las personas que son las que lo apoyan y dan sentido. Dice Kaoru Ishikawa “.... la diferencia en la calidad del sonido (refiriéndose a los productos Sony) no proviene de nuestras máquinas, sino de nuestra gente”, esto refrenda mi visión de un liderazgo que necesita ser compartido y cultivado por todos, en los distintos escenarios en que nos situemos. Hacer uso de los seis sentidos antes explicados, junto a una gerencia eficaz y efectiva son referencia para el éxito.
El gerente público tiene el gran reto de integrar a su acción de administrador de bienes y proveedor de servicio público un liderazgo que sea promotor de cambio de patrones de conducta que no le dan valor agregado a la vida de un País, Estado o Ciudad. Detenernos en lo que implica transformación con sentido de respeto a la persona es la misión de quienes hacemos gerencia pública.
La gerencia y el liderazgo son energías impulsoras de cambios que canalizadas a favor del desarrollo cultural de los pueblos (entiéndase en su sentido más amplio), son los acervos que permitirán que Venezuela tenga fe, posea capacidad de transformación y que nuestra riqueza interior florezca como el día en un amanecer de primavera fértil.
Coincido con un líder del Zulia contemporáneo, NECTARIO ANDRADE LABARCA, quien dice: “La nación nos reclama trabajo....nos reclama constancia y continuidad en el esfuerzo creador...nos requiere organización y disciplina.... nos demanda mística...nos dispone honestidad y honradez....nos exige celoso cumplimiento de la ley...y fundamentalmente humildad”.
En nosotros, gerentes y líderes es fundamental el cambio de valores y criterios gerenciales de manera que seamos portadores de progreso y, desarrollo con sentido social y económico. Este cambio necesitamos iniciarlo en nosotros mismos para que la autoridad moral prevalezca sobre el poder y el compromiso deje de ser algo más que la palabra incumplida.
Invito a que cultivemos e internalicemos estos principios para promover cambios de días nuevos de prosperidad.
MARÍA ANDRADE RODRÍGUEZ.
Publicado en el Diario Panorama 1997
Esta semana quiero comunicarme, para expresar mí visión sobre dos conceptos que necesitan complementarse, para que los planes de Estado sean exitosos y el desarrollo se restablezca como semilla de mostaza que cae en tierra buena.
Liderazgo y Gerencia, son las energías que impulsan la acción proactiva y de comprensión de las situaciones de certidumbre, ambiguedad o incertidumbre generado por la presencia o ausencia de políticas y por las actuaciones de las personas. Estas son claves para el éxito de cualquier proceso de cambio.
Son muchos los que han escrito sobre liderazgo y gerencia: Warren Bennis, Steven Covey, Peter Drucker por nombrar algunos de los más recientes. Otros lo han asumido de manera ejemplar, casos como: Moisés, Jesucristo, Buda, Teresa de Calcuta, cuyo código de valores y conductas traspasaron las fronteras físicas y aún hoy son talladores de creencias de fraternidad, amor y entrega para millones de personas. Carlos Magno, Napoleón, Bolívar, son expresiones de la trascendencia en distintos espacios geográficos, son guerreros con armas de libertad unos y de poder otros.
Las premisas de un liderazgo energizador para mí, son los que llamo los seis (6) sentidos básicos para el éxito: Sentido de Visión centrada en el presente y en el futuro, al ver alternativas para llegar a un fin, las oportunidades para conseguirlo revisando lo que resulta lógico, analógico, vale decir, lo posible e imposible es pensable y con posibilidades de ser realizado. Esto es lo que da el poder de ser alquimista para trascender más allá de las palabras, y que las obras sean la expresión clara del pensamiento. Sentido de Dirección, es decir, tener metas claras, las cuales están asociadas al poder de logro, lo que significa convicción y capacidad para obtener resultados. Sentido de Servicio el cual se ejemplifica en la frase servir para también ser servido, distinta a la ya conocida de servir y no ser servido, y digo esto porque ello implica atención a los otros y a través de ellos a nosotros mismos como ciudadanos que somos. Principio este para ganar aliados para la satisfacción de necesidades comunitarias, cuyo efecto tiene retorno favorable en las relaciones intrapersonales, interpersonales, y en una alta calidad de vida. Lograr esto requiere que nosotros seamos fieles al juramento hecho al asumir la función pública, y la consciencia en que al ser servidor público, somos custodios y administradores del patrimonio de una porción de la nación, y reconocer que nuestra ética, humildad y responsabilidad son junto a la formación y experticia, las mejores arras que colocamos a disposición para llevar a cabo, con éxito, la realización de políticas y estrategias de desarrollo económico y de bienestar social. Sentido de Influencia o Persuasión el cual es posible cuando somos creíbles para otros, porque tenemos la autoridad moral para ello, y facilita que a quienes deciden dejarse influir, se comprometan en la(s) meta(s) que proponemos quienes lideramos. Por tanto, la capacidad para buscar el compromiso de otros es vital, y he allí el poder de esta energía. Sentido para mí, poco explorado por muchos de nuestros gerentes y líderes venezolanos es la Intuición la califico como el don de percibir algo, sin que haya una razón asociada a la lógica, ella nos permite anticiparnos a prever situaciones de alto riesgo y su correspondiente manejo exitoso. Sentido de Integración que es la unificación de los valores y creencias, conocimientos e informaciones divergentes y convergentes de los distintos intereses y necesidades que se traducen en sinvergencia como le escuché a Fernando Sánchez Arias en días recientes, o sea la sinergia que se produce entre desencuentro y encuentro, y que genera la armonía en los miembros que se han comprometido en un logro.
La gerencia la asocio a la habilidad de administrar recursos financieros y materiales de diversa índole, y el liderazgo está vinculado a las personas que son las que lo apoyan y dan sentido. Dice Kaoru Ishikawa “.... la diferencia en la calidad del sonido (refiriéndose a los productos Sony) no proviene de nuestras máquinas, sino de nuestra gente”, esto refrenda mi visión de un liderazgo que necesita ser compartido y cultivado por todos, en los distintos escenarios en que nos situemos. Hacer uso de los seis sentidos antes explicados, junto a una gerencia eficaz y efectiva son referencia para el éxito.
El gerente público tiene el gran reto de integrar a su acción de administrador de bienes y proveedor de servicio público un liderazgo que sea promotor de cambio de patrones de conducta que no le dan valor agregado a la vida de un País, Estado o Ciudad. Detenernos en lo que implica transformación con sentido de respeto a la persona es la misión de quienes hacemos gerencia pública.
La gerencia y el liderazgo son energías impulsoras de cambios que canalizadas a favor del desarrollo cultural de los pueblos (entiéndase en su sentido más amplio), son los acervos que permitirán que Venezuela tenga fe, posea capacidad de transformación y que nuestra riqueza interior florezca como el día en un amanecer de primavera fértil.
Coincido con un líder del Zulia contemporáneo, NECTARIO ANDRADE LABARCA, quien dice: “La nación nos reclama trabajo....nos reclama constancia y continuidad en el esfuerzo creador...nos requiere organización y disciplina.... nos demanda mística...nos dispone honestidad y honradez....nos exige celoso cumplimiento de la ley...y fundamentalmente humildad”.
En nosotros, gerentes y líderes es fundamental el cambio de valores y criterios gerenciales de manera que seamos portadores de progreso y, desarrollo con sentido social y económico. Este cambio necesitamos iniciarlo en nosotros mismos para que la autoridad moral prevalezca sobre el poder y el compromiso deje de ser algo más que la palabra incumplida.
Invito a que cultivemos e internalicemos estos principios para promover cambios de días nuevos de prosperidad.
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