APRENDIZAJE Y VIDA

APRENDIZAJE Y VIDA
MARÍA ANDRADE RODRÍGUEZ


Tomar algunas decisiones para mí no ha sido una tarea fácil en ocasiones, sobre todo al momento de querer explorar áreas nuevas. He sido afortunada porque ante estos momentos he tenido el apoyo de personas significativas en mi vida mi padre y otros, como mi gran amigo Américo Goyo, quienes me han dado el ánimo y la convicción en mis potencialidades. Ellos han sido esa parte en la que me he reconocido como alguien capaz de asumir nuevas búsquedas y encuentros con quehaceres antes deseados y hechos estatuas de sal, en un pasado reciente, porque el miedo, la inseguridad y la evaluación externa se apoderaron de mi, en lugar de la curiosidad como ocurrió con la mujer de Lot.
Hoy recordando una frase que provocó un clic “......y hoy se hizo la magia...”, de artistas contemporáneos de Maracaibo: Carmelo Niño, Angel Cepeda, Angel Peña y Diego Barboza, los que el día del artista plástico, hicieron un regalo a la Sociedad Dramática del Zulia. Ellos amantes del sueño, respeto mutuo y cooperación decidieron que, con sus manos y sus paletas, perpetuarían un cuento en un lienzo procreado a ocho manos para el acervo del mundo, en una experiencia novedosa, inspirados por el contacto con una casa remozada con el amor a lo humano y la fe en “una utopía que se hace realidad todos los días”, como bien declaran mis amigos del teatro, que nos enorgullecen con sus reiterados galardones nacionales e internacionales. La dramática es la poesía viviente del Zulia, es el canto hablado y actuado con vocación franciscana y una visión contemporánea del hecho cultural, en la cual el país será grande cuando el hacedor de su vida se encuentre con lo que da sentido, es decir, con nuestra capacidad de ver más allá de lo aparente. Casa donde cada pieza, persona, niño, jóven, maduro y otros, tienen un castillo de logros y es por ello que con ellos confirmo que la utopía es real y posible en cada alba.
Un 25 de Abril de 1996 en mi se hizo también esa magia, que transfundió de ensueño mi vida a través de mi voz y mis manos como en esos artistas del Zulia. Porque el miedo y la inseguridad aún cuando persistían decidieron ser mis amigos, compañeros y junto con mi voz, mi pluma y mi alma, asumimos el riesgo de compartir con lectores de algunos órganos de comunicación impresa, mis sentimientos, ideas, sueños y proyectos para una mejor manera de crecer y ser mujer, en un país pleno de cambios hacia una mayor prosperidad, para que yo, en el lugar donde me encuentre, sirviendo con mi acción personal y profesional expandir mi espíritu de libre pensadora en tópicos de interés para el país y el Zulia, Fue asi como apareció mi primer artículo “ROSTROS”, con motivo de mi segunda exposición fotográfica, presentada en el CAM-LÍA BERMÚDEZ de Maracaibo.
Siento un profundo amor hacia mis padres. Nectario, hombre ante todo pulcro y fiel a su ideal de político y ciudadano, intelectual y maestro, padre amado con la ternura de mujer que crece y a la vez niña, al encuentro de nuestras disertaciones llenas de aprendizaje, y vida vivida y por vivir. Irma, mujer intuitiva por excelencia, madre de amor y disciplina, corazón sensible, sencillo y espontáneo. Ellos fueron mis padres-maestros, y son estrellas que me han dado su luz y con esas lámparas a mi lado, he encontrado mi luz propia de madre-padre. Mi voz, mi pluma y sentir de aprendiz de escritora, de artista de la imagen. Pienso en aquellos que creen que ser hija de alguien de dotes extraordinarias, nos quita el derecho de tener nuestros propios dones y nos ven tras la sombra de ellos. Crean en que si se nace y crece junto a espíritus llenos de amor, honestidad e inteligencia, sus seguidores somos espejo de ellos.
El don de la palabra lo cultivamos al vivir, al leer y escuchar excelentes padres, oradores amantes de la verdad, y sobre todo cuando crecemos y nos hacemos mujeres y hombres sembrados en el respeto y el amor a los hijos y la historia.

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