Gracias camarita mía.

fotográfica
Por: María Andrade Rodríguez
28 de fefebreo 2014

He tenido muchos amores. Más allá de los propios: mis hijos, familia grande, mis nietecitos, amores carnales y espirituales y en medio de ellos la filosofía, la docencia, la fotografía y poesía han colmado mi espíritu con una sed insaciable de embeberme del conocimiento y la vida que conmueve mis sentidos, me enseñan de alegrías y nostalgias, de amores y desamores; de las dudas, certezas e inquietudes humanas.
Escúchame camarita del alma. contigo transito por la imagen de rostros que en palabras susurran reclamos y en sus sonrisas cantan esperanza y determinación para no claudicar ante sus desafío.
Contigo a mi lado, aparentemente silenciosa he aprendido a quererte, amarte, hacerte mi portaestandarte y he aprendido a leer, a reconocer las mente de zombies muertos en vida o caminantes que con su mochila
de ilusiones y sueños son relatores fieles de la miseria y la grandeza humana.
Eres copartícipe del testamento de mi vida hecho filosofía, imagen y poesía. La imágenes que retrato emergen como espejo de mi vida y me animan al examen de mi yo.
Tú eres sirviente fiel en mi necesidad de preguntarme ¿quien soy?, ¿de donde vengo y hacia donde voy?. Eres mi otra voz que me convida a recordar, a no olvidar que aquí estoy para ser narradora de lo que vivo, leo en la gente.
Como dejarte de amar si me llevas al mundo de los otros, a la vida misma. 
¡¡¡Como dejarte de amar!!!.