Jornada de protesta pacífica de los jovenes estudiantes 16Febrero
En este album muestro imagenes de la
organización existente en Plaza de la República en apoyo a la causa de
justicia, amor y paz de los jóvenes estudiantes Maracaiberos, quienes
apoyados por padres, familiares y muchos ciudadanos de la sociedad civil
marabina; le dicen a nuestra querida Venezuela "Cuenta con nosotros".
De igual manera dejo constancia gráfica de la misa y procesión alrededor
de la plaza conducida por el Padre José Palmar. Por otra parte, el
encuentro de las tres marchas que partieron de Plaza del Angel, parque
Urdaneta y El Tacón en Juana de Avila.
Explicar la emoción exacerbada que recorrió todo mi ser por la fervorosa avalancha de jovenes, adultos, ancianos, niños y hasta animales es díficil. Espero con este documento gráfico narrar y reflejar la fogosidad y vehemencia de esta encomiable
misión que se ha impuesto la juventud de esta ciudad de Maracaibo. }
Termino con un verso de la poesía de Ruben Dario "Canción de otoño en primavera":
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer.
Sin embargo, esta juventud bravía, corajuda y sin miedo tendrá razones para decir con inmenso orgullo: Valió la pena mi juventud porque la dedique a la mas hermosas de las misiónes, devolverle a Venezuela una vida republicana que nos albergue a todos y nos provea de la felicidad y prosperidad que nos merecemos
https://www.facebook.com/lacasadelosmilagros/media_set?set=a.10203187949237012.1073741873.1156419241&type=1
Explicar la emoción exacerbada que recorrió todo mi ser por la fervorosa avalancha de jovenes, adultos, ancianos, niños y hasta animales es díficil. Espero con este documento gráfico narrar y reflejar la fogosidad y vehemencia de esta encomiable
misión que se ha impuesto la juventud de esta ciudad de Maracaibo. }
Termino con un verso de la poesía de Ruben Dario "Canción de otoño en primavera":
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer.
Sin embargo, esta juventud bravía, corajuda y sin miedo tendrá razones para decir con inmenso orgullo: Valió la pena mi juventud porque la dedique a la mas hermosas de las misiónes, devolverle a Venezuela una vida republicana que nos albergue a todos y nos provea de la felicidad y prosperidad que nos merecemos
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