¡Misericordia Señor!

Cada pliegue de su piel cuenta una historia acumulada, y la blancura de sus cabellos verían otros tiempos de estilizado corte bajo sombreros de moda, sus ojos aun captan la luz que se rehusa a apagarse, y su voz carrasposa da cuenta de un cansado trajinar. Frágil pero fuerte, es la ancestro de todos y en la que todos nos convertiremos.
Richard Skinner

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