¿Has visto qué nos pasa?

¿Has visto qué nos pasa?
Por: Américo Gollo Chávez
Nos reñimos a veces como los niños riñen. Nos parecen más ácidas las fresas.
Divergimos y como niños no encontramos las causas, son las causas primeras de las primeras causas.
No sabemos qué son pero allí están.
Se endurecen los ojos y se vuelven agudas las miradas. Se nos suelta el habla y las palabras que celosas se guardan porque apenas ayer, según razón herir podían el alma, se esgrimen como lanzas que las manos aferran para evitar soltarlas.
Nos reñimos a veces como los niños riñen. Descuidamos la frase y nos decimos cosas como los niños se dicen en sus rabias. Cuanto valen y pesan las palabras como los niños en sus riñas las hacemos montañas para que cueste mucho remontarlas y no podamos descubrir el alba.
Nos reñimos a veces como los niños riñen. Afirmamos sin mas que el chuchube no canta
y que cuan bello es el graznido del ganso en la mañana.
Nos parece obscura la aurora bien soleada.
Nos reñimos a veces como los niños riñen. Descubrimos que absurdas son las rosas que debían ser claveles y los claveles rojos mejor serian si fuesen amapolas y volaran como las mariposas.
Nos reñimos a veces como los niños riñen. Y como niños gritamos para no escuchar nada, nada de nadie nada de uno ni de otro y como niños las verdades son nuestras y tú, no digas nada, nada tienen de verdad tus palabras.
Nos reñimos a veces como los niños riñen. Del ánfora derramamos el vino y colmamos su interior de vacío.
Nos reñimos a veces como los niños riñen. De un pocito forjamos los océanos y como niños queremos que el otro de sus aguas no salga.
Nos reñimos a veces como los niños ríen por las cosas que pasan
No reñimos a veces como los niños ríen por cosas del silencio que esconde los misterios del habla
Nos reñimos a veces como los niños riñen
Y qué bueno es reñir como los niños riñen
no quedan cicatrices en el alma ni manchas que a la piel puedan dañarla
Y la ternura dulce vuelve a la mirada
Y Que bueno es reñir como los niños riñen cuando adultos ya somos
y en la lucha descubramos qué falta
Que el niño quede suelto en el poema que hacer juntos debemos al remontar galaxias
Que el combate se arrecie para alcanzar lo bello de la auroraç
y breve sea de la noche del viaje para hallarla
Que el niño quede en cada uno y salte y corra y pregunte e indague a donde vamos,
con quien hacer el viaje, qué llevamos
Que adultos preservemos del niño sus aventuras mágicas
Que riñamos como los niños riñen y como adultos dotemos de sentido a los combates
Que riñamos con la razón el corazón el alma y el arma sean
Para hallar la verdad y el amor que aun por alcanzar nos hace falta

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