Diálogo con la fotografía. Complicidad



Querida imagen tú eres sorpresiva para mí. Cuando menos lo espero estás allí. En el lugar justo, a la hora perfecta para mostrarme las bondades y temeridades de la vida, por eso ¡como dejarte de amar! En mis momentos de desanimo me alientas a seguir. Contigo encuentro el sentido de mi misión de juglar de la imagen. Soy en ti clamor de la vida bonita, de lo abstracto, romanticismo de muchos y de la indiferencia de otros.
No te desanimes amante mía, me dices: Soy tu escudero para mostrarte lo que debes hacer. No te desanimes tus ojos son los míos y por ello ¡como dejarnos de amar!

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