Fides

Fides era la Diosa de la fe y la confianza para los antiguos romanos.
Vaya este precioso e inmaculado poema del inmortal poeta Amado Nervo, dedicado a todos los que hemos emprendido la más dura y díficil lucha de indignación ciudadana en lo que va del siglo XXI en nuestro país y, en especial a los jóvenes héroes caídos en esta contienda que aún continúa. Mantenernos en pie y caminando con nuestros cantos de cambios y victoria es nuestro mayor deber.

No te resignes antes de perder
definitiva, irrevocablemente,
la batalla que libras. Lucha erguido
y sin contar las enemigas huestes.
¡Mientras veas resquicios de esperanza,
no te rindas! La suerte
gusta de acumular los imposibles
para vencerlos en conjunto, siempre,
con el fatal y misterioso golpe
de su maza de Hércules.

¿Sabes tú si el instante
en que, ya fatigado, desesperes,
es justo aquél que a la definitiva
realización de tu ideal precede?
Quien alienta una fe tenaz,el hado
más torvo compromete
en su favor.  El SINO a la fe solo
es vulnerable y resistir no puede.

La fe otorga el divino privilegio
de la CASUALIDAD, a quien la tiene
en grado heroico.

Cuando las tinieblas
y los espectros y los trasgos lleguen
a inspirarte pavor, ¡cierra los ojos,
embraza tu fe toda, y arremete!
¡Verás cómo los monstruos más horribles,
al embestirlos tú, se desvanecen!

Cuanto se opone a los designios puros
del hombre, es irreal; tan sólo tiene
la imaginaria vida
que le dan nuestro miedo y nuestra fiebre.

Dios quiso en su bondad que los obstáculos
para aguzar las armas nos sirviesen;
quiso que el imposible
estuviera nomás para vencerle,
como está la barrera en los hipódromos
a fin de que la salten los corceles.

Búrlate, pues, de cuanto en el camino
tu altivo impulso detener pretende.
¡No cedas ni a los hombres ni a los ángeles!

¡Ama mucho: el que ama embota
hasta los aguijones de la muerte!

¡Que tu fe trace un círculo de fuego
entre tu alma y los monstruos que la cerquen;
y si es mucho el horror de los fantasmas
que ves, cierra los ojos, y arremete!

Amado Nervo, 3 de Marzo de 1915

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