El día de la juventud 12 de Febrero 2014

El día de la juventud
Foto:María Andrade Rodríguez
Por: María Andrade Rodríguez
Hemos observado el descaro y desatino como a lo largo de estos 15 años nuestro país ha degenerado en un deterioro singular en materia económica, social y político. Todos, los poderes públicos nacional conformado por los 5 poderes legislativo, ejecutivo, judicial, ciudadano y el poder electoral, han mostrado un servilismo tal a uno de esos poderes “el ejecutivo” en una especie de absolutismo propio de reyes de la edad media, a los cuales se le debía sumisión absoluta por creerse que su poder era de orden divino, es decir, otorgado por Dios para que gobernasen a su antojo y conveniencia la vida toda de cuanto esclavo, siervo, señor feudal o ciudadano conformaban un reino.

En tal sentido, en Venezuela hemos sido testigo como el ejecutivo vasalla y subordina a sus caprichos e instrucciones en mucho caso con descaro público, al resto de los poderes que con complacencia y desvergüenza se ocupan de llevarnos cada día a una perdida desorbitada de las libertades básicas y un deterioro extremo, hoy agónico, de nuestra calidad de vida en lo fundamental como son las necesidades primarias, a las que Abraham Maslow llamaba: fisiológicas, seguridad, por lo que cumplir con las de afiliación, reconocimiento y autorrealización para alcanzar la felicidad a la que venimos a este mundo adquieren dimensiones inalcanzables para la mayoría de los venezolanos.

Nosotros, conciudadanos de esta amada Venezuela hemos sido observadores expectantes y con una paciencia indigna de caminantes que se forjan su propio destino mermar las bases fundamentales de los ideales de paz y concordia enarboladas por nuestros libertadores. En este periodo han sido muchos los episodios infructuosos por avanzar en nuestra búsqueda de una Venezuela prospera y de todos. Nuestra calidad de vida y nuestras libertades son hoy las peores referencias ante el mundo de lo que hemos permitido se convierta nuestra patria. Un lugar donde la clase media se empobrece, los pobres cada día por pensar en lo básico se convierten en autómatas, muchos condicionados por sus creencias y otros por la fuerza del amedrentamiento del gobierno sin tener consciencia que eso acrecienta su pobreza además de material, social e intelectual. La mayoría vivimos en un conformismo que envilece el gentilicio venezolano y socava en sus entrañas el pensamiento y el espíritu humano.

 La indignación no ha tenido la fuerza necesaria para hacernos sentir y actuar de forma razonable de manera contundente, porque mientras pensemos con las vísceras y no con la fuerza de la inteligencia, la organización y un modelo de país en el mediano y largo plazo cualquier protesta se convierte en agua y sal y lo que es peor, jóvenes muertos y encarcelados con un futuro indefinido. Casos para contar abundan, Franklin Brito, muerto por defender su propiedad y su honor vivió con entereza el calvario que lo condujo a la muerte; los comisarios Lazaro Forero, y Henry Vivas, José Sánchez Montiel “ Mazuco”, la jueza María Lourdes Afiuni , y muchos personajes anónimos han visto peligrar su salud sin la compasión cristiana de sus verdugos, sino después de convertirlos casi que en despojos humanos; salvo el caso del comisario Ivan Simonovis para quien no ha llegado la compasión y misericordia del régimen. Además, muchos venezolanos mueren todos los días en manos de un hampa, en algunos casos, protegida por quienes deben impartir justica.

Asimismo, tantos hombres y mujeres que en calidad de refugiados han emigrado a otras tierras para encontrar en ella la restauración de su vida y la manutención de sus familias que aún viven en este depredado país en su integridad por la traición de quienes gobiernan. Una vez más los estudiantes se arriesgan por nosotros, son carne de cañón de las turbas del régimen, y nosotros desde el confort de nuestros hogares y trabajo no queremos decir “presente” y demostrar que sinnos quedamos es para luchar  con todo el urgente vigor para no abandonarnos a nosotros mismos.

Durante varias semanas los estudiantes protestan por nosotros y su futuro y es que ¿nos atrevemos a creer que ellos generan desasosiego en el gobierno con sus protestas?, desde mi humilde perspectiva yo digo “no”; para eso están las turbas de vándalos organizadas con armas y en  motos que buscan causar terror e intimidación en estos jóvenes, aunado al respaldo de una fuerza pública que mancilla su juramento de defendernos aún con su vida. Ahora, me pregunto ¿Cuántos de estos jóvenes saben porque luchan? ¿Cuánto de ellos están preparados para defenderse?, ¿cuántos de ellos solo desperdician energías en las calles en lugar de invertirlas en su formación integral?, ¿Saben ustedes queridos lectores quiénes son los lideres que los inspiran como sus modelos a seguir por ellos?.
Dios quiera que las marchas espasmódicas de un bando y del otro no traigan más muertos y casos como los mencionados en perjuicios de nuestro preciado futuro como son los jóvenes que no merecen esta fustigada patria como hogar de sus sueños y oportunidades. ¿Qué harás tu hoy?. Yo los acompañaré aunque sea para dejar el testimonio gráfico de un día de la juventud en el que la alegría juvenil se convierte en gritos de justicia y paz.

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