Séptima Feria internacional del Libro, nada internacional

 Un calor sofocante ayer no nos desvió de nuestro interés  por los libros y ante la expectativa creada de la Séptima Filven, la visité y en unos cuantos minutos la realidad me golpea y sentencia "la verdad del régimen  es una".

Un solo pensamiento, una sola visión del mundo, de su historia, un solo color, y un solo olor " Socialismo Rancio, radical". Además, los cuatro mesones en los que se muestran los libros, revistas distan mucho de parecerse a una feria internacional  en las que la diversidad debe ser la nota dominante.

Esperaba encontrar una plaza Baralt abarrotada de Libros, múltiples estanterías, libros de infinidad de temas, distintas tendencias políticas, expresiones artísticas, literarias, sociológicas, antropológicas, históricas, etc.; un sueño imposible en un país dirigido desde una sola perspectiva de la vida. 

El mundo editorial es mucho más amplio que la mínima muestra presentada en esta pequeña y pobre feria muy poco internacional. Este debe ser un espacio de encuentro entre escritores, editores y distribuidores de textos con contenido pluricultural, y no de un socialismo aferrado a la opinión y a la conducta única. 

Esta feria debería ser la librería itinerante mas grande de Venezuela, con las más importantes librerías, editoriales, distribuidores, escritores de diversas manifestaciones literarias y organismos oficiales participando juntos en una ocasión mágica y conciliadora para fortalecer hábitos por la lectura y el desarrollo de la capacidad de pensamiento del pueblo, eso si del pensamiento plural e universal.

El sistema de cobro tan lento que depués de 45 minutos de cola con 3 personas por delante de mi, para pagar 15 Bs.F. pedí por favor hicieran mi factura manualmente y la verdad debo decir fui complacida. La amabilidad de las personas que atienden los mesones fue la nota agradable, fui atendida con prontitud a mis peticiones y una sonrisa de todos. 

Este gobierno insiste en aislarnos de la realidad y nosotros no nos someteremos a la exclusividad de una idea.

Lastima que en tiempo bicentenario nos presenten esta pobrísima feria que de internacional casi que nada... y para terminar nuestra visita un rico cepillao de colita para refrescarnos.